Mayelín Acosta GuzmánSANTO DOMINGO.-La crisis financiera mundial se refleja en el sureño municipio de Vicente Noble, jurisdicción de Barahona, porque los envíos de remesas desde España han disminuido casi a la mitad.
Se cuentan por cientos las mujeres y los hombres de este municipio que están radicados en España, donde laboran en distintas actividades. Como se sabe, España es una de las naciones más afectadas por la crisis financiera, hecho que se refleja en el desempleo.
“La situación no se siente tan fuerte en el pueblo, porque las personas, a pesar de no tener trabajo, en España se les sigue pagando a través del paro. Si no fuera por eso, la situación sería crítica aquí”, dijo Amaury García, representante de la remesadora Vimenca.
El aumento del desempleo y las reducciones salariales en España, por la crisis económica mundial, se reflejan de manera significativa en Vicente Noble, población sureña de 18 mil habitantes, pero disminuida por la migración, la mayoría femenina.
Este municipio, uno de los más grandes de la provincia Barahona, es también uno de los pueblos donde se recibe remesas desde España.
Las remesas constituyen la principal fuente de la economía de esta comunidad, seguido de la agricultura. Desde finales del año pasado, la comunidad registra una drástica disminución en el comercio, el consumo y una paralización casi total de las construcciones.
Según Amaury García, propietario del Supermercado García, y representante de Vimenca (una remesadora), en Vicente Noble los envíos han caído en más del 50% desde el pasado octubre.
“La situación no se siente tan fuerte en el pueblo, porque las personas, a pesar de no tener trabajo, en España se les sigue pagando a través del paro. Si no fuera por eso, la situación sería crítica aquí”, dijo.
Explicó que quienes sufren más por esta situación son los comerciantes, desde pequeños colmados hasta supermercados.
Leonardo Ramírez, propietario desde hace 16 años de la Ferretería San Vicente, cuenta que algunos comercios se han visto forzados a despedir empleados, fruto de esa situación. En su caso, planea despedir uno o dos, porque las ventas son insuficientes para continuar pagando a casi 15 empleados.
Ramírez expuso que las ventas en las ferreterías han caído en 40% desde hace ocho o nueve meses, y cada día ha ido empeorando.
Nada en ningún lado
“No hay nada en parte, aquí no hay, ni allá tampoco”, así se expresó la señora Clara Matos, de 75 años, residente en Vicente Noble. Desde hace más de 17 años vive bajo la protección económica de sus hijos, quienes migraron a España y a los Estados Unidos.
Dos de sus hijas en el exterior carecen de trabajo, y otros han reducido sus ingresos mensuales, a causa de la contracción de la economía.
Desde diciembre, Doña Clara no recibe dinero de sus hijos, por lo que dice que se ve en la necesidad de “coger fiao” su comida y sus medicamentos. Clara debe operarse el ojo derecho afectado de catarara, y la cirugía cuesta RD$20 mil, pero hasta el momento no sabía cuándo volvería a recibir remesa.
Esta es solo una historia elegida al azar en Vicente Noble, pero esta se repite entre muchas otras personas de la comunidad; la angustia, incertidumbre, deudas y pocos o ceros ingresos es el denominador común.
Domingo Concepción es otro ejemplo. Desde hace dos años su esposa emigró a España y, más tarde, sus dos hijos de 18 y 17 años. Su esposa le mandaba entre RD$15 mil y RD$20 mil cuando podía, y sus hijos RD$5 mil y RD$6 mil.
Ahora ninguno envía nada, porque sólo están recibiendo el pago otorgado por el Gobierno Español.
Por esas razones, Domingo decidió trabajar en construcciones, pero “la situación está en que hacemos una construcción ahora y la otra, en dos o tres meses. Nadie está mandado dinero, como antes”, dijo.
En un día normal en Vicente Noble, quizás la única persona que construye es Doña Argentina Reyes, con 17 años en España y esa ciudadanía. Vino a completar la segunda planta de su casa. “La situación está muy mal allá, no hay trabajo. La mayoría de mis hermanos están en el paro”, dijo.
Tomado del periódico HOY
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