Opinión.-En verdad que resulta inconcebible que sea el candidato que terminó en un distante y último lugar en las pasadas elecciones del Colegio Dominicano de Periodistas, el que se destape con una declaración en la que trata de enturbiar la limpieza de dicho proceso.
Pero además, su postura constituye una ridiculez ya que ese candidato resultó ser el peor y el menos votado entre los doce aspirantes a presidir los tres organismos del gremio periodístico en disputa, como son el Comité Ejecutivo del CDP, del Instituto de Prevención y Protección del Periodista, IPPP, y el Tribunal Disciplinario.
Lo anterior se constata con la simple lectura de los resultados de dichas elecciones, los cuales revelan que Clodomiro Moquete apenas sacó la insignificante cantidad de 102 votos en sus aspiraciones para presidir el Comité Ejecutivo del CDP, de un total de 1,260 emitidos.
Los otros dos candidatos postulados en la plancha encabezada por Moquete y respaldada por el Movimiento Amplio Periodístico, como fueron Luis José Chávez, aspirante a presidir el IPPP, obtuvo mediante el fraccionamiento de la boleta, un total de 116 sufragios, en tanto Rafael Peralta Romero, candidato a presidir el Tribunal Disciplinario, recibió ciento sesenta y uno 161 votos. Sencillamente 59 más que Moquete, o sea, un 60 % por encima de éste.
La contundencia de esos méritos, deberían ser suficientes para que una persona que se respete, periodista o no, acepte calladamente y con humildad, el resultado adverso de su participación en unas elecciones, ahorrándose de paso cuestionar el trabajo realizado por el organismo responsable de organizar y montar dichos comicios.
La descalificación de Moquete es todavía mayor, en virtud de que tanto él como los demás candidatos a presidir el comité ejecutivo del CDP, así como las coordinadoras de los movimientos participantes en el proceso electoral, certificaron en un documento titulado “Acuerdo Electoral”, la limpieza de dicho proceso, así como las actuaciones transparentes de la Comisión Nacional Electoral.
Dicho documento fue firmado por todos ellos dos días antes de las elecciones, en presencia del Notario Público, Doctor Cástulo Valdez Jiménez.
Por todo lo anterior, resulta igualmente desconcertante que, desconociendo el contenido de dicho acuerdo, y más específicamente lo dispuesto en su artículo 5, Moquete emitiera una declaración pública repleta de imputaciones falsas e indemostrables, en contra del presidente de la Comisión Nacional Electoral.
Pero además, su postura constituye una ridiculez ya que ese candidato resultó ser el peor y el menos votado entre los doce aspirantes a presidir los tres organismos del gremio periodístico en disputa, como son el Comité Ejecutivo del CDP, del Instituto de Prevención y Protección del Periodista, IPPP, y el Tribunal Disciplinario.
Lo anterior se constata con la simple lectura de los resultados de dichas elecciones, los cuales revelan que Clodomiro Moquete apenas sacó la insignificante cantidad de 102 votos en sus aspiraciones para presidir el Comité Ejecutivo del CDP, de un total de 1,260 emitidos.
Los otros dos candidatos postulados en la plancha encabezada por Moquete y respaldada por el Movimiento Amplio Periodístico, como fueron Luis José Chávez, aspirante a presidir el IPPP, obtuvo mediante el fraccionamiento de la boleta, un total de 116 sufragios, en tanto Rafael Peralta Romero, candidato a presidir el Tribunal Disciplinario, recibió ciento sesenta y uno 161 votos. Sencillamente 59 más que Moquete, o sea, un 60 % por encima de éste.
La contundencia de esos méritos, deberían ser suficientes para que una persona que se respete, periodista o no, acepte calladamente y con humildad, el resultado adverso de su participación en unas elecciones, ahorrándose de paso cuestionar el trabajo realizado por el organismo responsable de organizar y montar dichos comicios.
La descalificación de Moquete es todavía mayor, en virtud de que tanto él como los demás candidatos a presidir el comité ejecutivo del CDP, así como las coordinadoras de los movimientos participantes en el proceso electoral, certificaron en un documento titulado “Acuerdo Electoral”, la limpieza de dicho proceso, así como las actuaciones transparentes de la Comisión Nacional Electoral.
Dicho documento fue firmado por todos ellos dos días antes de las elecciones, en presencia del Notario Público, Doctor Cástulo Valdez Jiménez.
Por todo lo anterior, resulta igualmente desconcertante que, desconociendo el contenido de dicho acuerdo, y más específicamente lo dispuesto en su artículo 5, Moquete emitiera una declaración pública repleta de imputaciones falsas e indemostrables, en contra del presidente de la Comisión Nacional Electoral.
Por vía de consecuencia, sus imputaciones también alcanzan a los demás miembros de dicha Comisión, en razón del trabajo cohesionado y en equipo realizado por todos sus integrantes, lo que hizo posible la celebración de un proceso electoral ejemplar, al punto de que la misma noche de los comicios, los principales candidatos de las planchas que terminaron en segundo y tercer lugar, felicitaron públicamente al candidato ganador.
En una infeliz demostración de falta de hidalguía, Moquete fue el único candidato a presidir el CDP que no los felicitó, ya que, para no hacerlo, se ausentó del recinto donde se contaban los votos, talvez al influjo de la soberana derrota sufrida en las urnas.
Como reflexión final debemos decir, que un gremio como el de los periodistas, conquistado tras una ardua y mortificante lucha librada durante largos años, no merece jamás, acoger en sus seno a personas que rehúyen honrar sus compromisos escritos y firmados de su puño y letra ante un Notario, y que más de eso evaden aceptar con altivez los resultados arrojados por un proceso electoral que transcurrió en la absoluta calma y en un agradable y ordenado ambiente de festividad gremial, tal como se lo merece nuestro respetado CDP.
Es dable presumir que la gran mayoría de los periodistas que concurrieron a las urnas el pasado 28 de agosto, conocían o presumían la real personalidad y catadura de Clodomiro Moquete, motivo por el cual decidió no favorecerlo con su voto.
En una infeliz demostración de falta de hidalguía, Moquete fue el único candidato a presidir el CDP que no los felicitó, ya que, para no hacerlo, se ausentó del recinto donde se contaban los votos, talvez al influjo de la soberana derrota sufrida en las urnas.
Como reflexión final debemos decir, que un gremio como el de los periodistas, conquistado tras una ardua y mortificante lucha librada durante largos años, no merece jamás, acoger en sus seno a personas que rehúyen honrar sus compromisos escritos y firmados de su puño y letra ante un Notario, y que más de eso evaden aceptar con altivez los resultados arrojados por un proceso electoral que transcurrió en la absoluta calma y en un agradable y ordenado ambiente de festividad gremial, tal como se lo merece nuestro respetado CDP.
Es dable presumir que la gran mayoría de los periodistas que concurrieron a las urnas el pasado 28 de agosto, conocían o presumían la real personalidad y catadura de Clodomiro Moquete, motivo por el cual decidió no favorecerlo con su voto.
*El autor es Presidente de la Comisión Nacional Electoral
del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP)
del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP)
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