SANTO DOMINGO.-¿Qué debería hacer una joven estudiante haitiana que acaba de graduarse con el honor máximo de Magna Cum Laude en una de las más exigentes escuelas de Medicina, la de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra?
Gessy Bellerive tomó rápidamente la decisión correcta: regresar a su país para servir a la salud de su pueblo, tanto por la exigencia de la beca concedida como por su amor por la gente de Haití.
Ella ha estado en Santiago, República Dominicana, durante seis años y medio, para estudiar Medicina. Ha terminado con altos honores sus estudios y ahora se prepara para regresar.
“Desde pequeña jugaba al médico del pueblo, las niñas traían sus muñecas a mi clínica”, relata.
Su vocación se hacia más fuerte y fue definitiva un día en que, según cuenta, “ fui a un hospital y vi a tanta gente enferma en busca de atención médica. En ese momento, sentí un gran deseo de ayudar. Pensé que para esas personas sólo existe Dios y un buen médico, Opté por ser médico”.
Mejorar relaciones
Bellerive considera que los pueblos dominicano y haitiano deben olvidar muchos rencores del pasado y establecer una relación mutuamente productiva.
Bellerive considera que los pueblos dominicano y haitiano deben olvidar muchos rencores del pasado y establecer una relación mutuamente productiva.
Considera que ambos pueblos deben olvidar conflictos del pasado en sus relaciones y unificarse en temas de interés común, evitando prejuicios y actitudes que puedan afectar esa vinculación bi-nacional.Le gustaría que los dos pueblos mantuvieran una buena relación diplomática.
“Hay asuntos que deben quedarse en el pasado".
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