Montás destacó que esta situación es contraria a lo acontecido en potencias mundiales como Estados Unidos, Francia, Reino Unido, España y otros países de Europa, donde los gobiernos han dedicado miles de millones al salvamento bancario, lo cual elevó a niveles sin precedentes el déficit fiscal, el desempleo y degradó drásticamente su estatus crediticio internacional.
Montás, quien presentó en el Consulado Dominicano de Nueva York, su más reciente obra La Crisis Financiera del 2003, en la cual analiza, además de la crisis bancaria que vivió ese año el país, las causas y consecuencias de la situación hipotecaria de los Estados Unidos que hizo colapsar la economía con devastadores efectos en otras naciones del mundo.
Desde su punto de vista, el sombrío cuadro que vive hoy la economía global inició en el sector hipotecario norteamericano, debido a que los bancos aprovecharon la bonanza económica para realizar operaciones irregulares como la concesión de préstamos de altos riesgos, lo que generó una burbuja inmobiliaria que hizo colapsar a ese sector, con una consecuente crisis sin precedentes en el sistema bancario y efectos demoledores en las finanzas del Estado.
Para explicar mejor el fenómeno de las crisis bancarias tomó como referencia la situación de Estados Unidos, donde las proyecciones apuntan a un déficit fiscal del 13 por ciento al concluir el presente año y el desempleo pasará del 4 por ciento al 10 hacia el 2010, a lo que agrega el ostensible aumento de la deuda pública, debido a la utilización de casi 800 mil millones de dólares por el presidente Barak Obama, en el rescate de bancos en problemas.
Montás, según cita el diario digital Al Momento. Net, hace en su libro un símil entre el caso norteamericano y el registrado en República Dominicana con la quiebra de los Bancos Intercontinental (BANINTER), Mercantil y Bancrédito a finales del 2003, lo que obligó al gobierno del entonces presidente Hipólito Mejía a dedicar 53 mil millones de pesos a la solución de la crisis.
Esa crisis, dijo Montás, elevó a 8,7 por ciento el déficit fiscal y el desempleo paso de 13.7 al 19.7 por ciento, agravando los niveles de pobreza y la calidad de vida de la población dominicana.
Explicó que apoyado en esa experiencia, el gobierno del presidente Leonel Fernández ha fortalecido los mecanismos de supervisión bancaria, lo que ha impedido que los bancos incurran en operaciones irregulares y, por consiguiente, ha contribuido a salvar a la economía dominicana de los catastróficos efectos de la crisis económica mundial.
Montás refirió que mientras en el 2001 el sistema de supervisión financiera no cumplía con ninguno de los criterios básicos del acuerdo de Básilea, “ahora en el 2009 el sistema de supervisión cumple prácticamente con todos los sistemas básicos de supervisión”.
Esto significa que durante el gobierno del Presidente Fernández se ha construido una verdadera supervisión bancaria en República Dominicana, dijo Montás.
Manifestó que su principal intención en la publicación de la obra es orientar a los dominicanos en una mejor comprensión sobre las causas y efectos de la crisis financiera de finales del 2003, para que no se repita un acontecimiento como ese que desplomó el crecimiento económico sostenido que había mantenido la República Dominicana hasta principios del año 2000.
Montás llamó la atención sobre la necesidad de evitar la crisis financiera porque las consecuencias inmediatas de las mismas son caídas del crecimiento económico, incremento del déficit fiscal, incrementó de la deuda pública y degradación crediticia de los países, que en algunos casos terminan decretando moratorias en el pago de la deuda.
Todos esos fenómenos se están viendo hoy como consecuencia de la crisis financiera global y se vieron en República Dominicana como consecuencia de la crisis bancaria del 2003.
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