SANTO DOMINGO.-El Partido Unión Demócrata Cristiana –UDC- consideró este lunes que es una muestra de hipocresía tratar de eliminar el trabajo infantil, sin ejecutar un amplio programa de desarrollo social en beneficio de las capas pobres del país, y sin dar la mano a las niñas que se prostituyen por un pica-pollo. Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, presidente de la UDC, resaltó que no se puede impedir que los menores trabajen, si no se le está dando un pupitre en las escuelas, un plato de comida, un techo donde vivir y esperanzas en el futuro.
Para acabar con el trabajo infantil, primero hay que garantizar que los padres de esos adolescentes encontrarán ocupación, y que los menores van a tener escuela, techo y comida.
Indicó que si a las niñas o menores se les impide trabajar, o ser aprendices en trabajos diversos, se les está llevando a que cambien su virginidad y su honor por un plato de comida.
Dijo que en trabajos sociales realizados por la UDC en barriadas marginadas, se ha comprobado la dolorosa realidad de que la mayoría de las adolescentes embarazadas se entregaron al sexo a cambio de un pica pollo.
En la República Dominicana, aseguró, no se pueden seguir patronos internacionales en cuanto al rechazo del trabajo infantil, porque entonces estaríamos entrando a un callejón sin salida.
Si a un joven o una joven que puede hacer trabajos de aprendiz de mecánico, de zapatero, de obrero de la construcción, de costurera, de ama de casa, usted le dice que no lo puede hacer, ¿Qué esperanza le da?, ninguna, que se muera de hambre, o se dedique al delito.
Dijo que hay que revisar a fondo las estadísticas policiales, donde se señala que una parte importante de los delincuentes son menores de edad, provenientes de barrios marginados.
Resaltó que las fuerzas de seguridad pueden salir a recoger a todos los limpiabotas, limpia vidrios y chiriperos menores, pero eso no garantiza su bienestar, que van a estudiar y que tendrán techo y comida.
Para acabar con los embarazos infantiles, hay que mejorar las condiciones de vida en los barrios, dando trabajo a los adultos, escuelas a los niños y comida para todos.
Agregó que está bien que organismos nacionales e internacionales se pronuncien en contra del trabajo infantil, pero ¿quién va a mantener a las niñas y niños que dejen de buscarse su sustento?.
Si se mejoren las condiciones de vida en los barrios, habrá menos embarazos de adolescentes, menos robos practicados por menores, y sobre todo, se estará abriendo una brecha a la esperanza de un país mejor.
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