Ciudad del Vaticano.-La Iglesia Católica está muy preocupada por el comercio de drogas, la corrupción y el tráfico de armas en Latinoamérica, y está dispuesta a colaborar "eficazmente" con las autoridades para desarrollar proyectos que acaben con ese comercio que amenaza la integridad de los pueblos de América Latina.
Así se afirma en un documento hecho público este lñunes por el Vaticano, con motivo de la XIV Reunión del Consejo especial para América de la secretaria general del Sínodo de Obispos, celebrada los pasados 17 y 18 de noviembre.
Los prelados latinoamericanos denunciaron que el continente padece graves problemas como el comercio de drogas, reciclaje de ganancias ilegales, corrupción, violencia, carrera armamentista, discriminación racial, deuda exterior, desigualdades entre grupos sociales y destrucción de la naturaleza.
Sobre la corrupción señalaron que es un fenómeno que está "muy extendido" en el continente y que la Iglesia apoya los esfuerzos de las autoridades civiles para "derrotarla o por lo menos reducirla".
Para ello, la Iglesia ofrece una adecuada educación a los fieles y una mayor presencia de laicos que promuevan valores como la verdad, la honestidad, el trabajo y el bien común, resalta un reportaje de Efe.
Además del comercio de drogas, que aseguraron "amenaza la integridad de los pueblos americanos", los prelados denunciaron la facilidad con las que las armas circulan en América Latina, que son controladas por las organizaciones criminales y que son causa de inestabilidad y constituyen una amenaza para la paz.
"Desde la Iglesia debe levantarse la voz que denuncie el rearme y el escándalo del comercio de armas, que consume grandes cantidades de dinero que deberían destinarse a combatir la miseria y a promover el desarrollo", señalaron los prelados, según el texto vaticano.
Los obispos afirmaron que es necesario promover una cultura de la solidaridad que incentive iniciativas de apoyo a los pobres y los marginados, especialmente a los refugiados.
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