Opinión.-La oscuridad me acecha incrédula…Nada que pueda perder, nada que no pueda hacer, algo que te alivie, algo que me cure…
Como todo sistema filosófico, el existencialismo no se deja definir con facilidad. A manera de esbozo puede decirse que el pensamiento existencial hace del fenómeno vital humano un fin en sí mismo. “La existencia precede a la esencia”, para ponerlo en palabras de Jean-Paul Sartre, destacado filósofo y escritor francés que adoptó esta forma de pensamiento.
Ya que todo queda restringido a la existencia, el individuo, renunciando a toda noción trascendente, debe encontrar sentido y razón en la experiencia vivencial, a través del conocimiento de todo lo que le rodea. Debe buscar respuestas propias a los problemas fundamentales, haciendo uso de su libre arbitrio. La nada, la libertad, el absurdo, la muerte, son algunos de los temas que de manera recurrente suelen fatigar a esta cosmogonía.
Si bien esta doctrina filosófica como tal tiene sus inicios en el siglo pasado, los temas que le preocupan han sido abordados repetidamente por el arte a lo largo de la historia del ser humano.
Desde la epopeya del Gilgamesh, pasando por algunos textos bíblicos, hasta terminar en películas tales como “Blade Runner” y “Salvando al Soldado Ryan”, es posible identificar inquietudes y tópicos de índole existencial.
Pero como el título de este ensayo menciona una canción, pues entonces vamos a hablar de ésta.
Zoé es una agrupación Mexicana de rock alternativo, formada en Cuernavaca en 1997. Son muy populares entre el público que sigue este género y se presentaron en nuestro país hace un par de años.
En el pasado reciente lanzaron y pegaron la canción referida en el título de este artículo. El arreglo musical de la misma, por ser de carácter progresivo, atrapa al oyente en un flujo ascendente del cual es casi imposible escapar. La instrumentación refleja un gran dominio por parte de los ejecutantes.
Pero lo duro está en la letra. Expresa el deseo de buscar justificación y sentido en la vida, a través de experiencias gratificantes, con la urgencia que impone la noción de que la vida ha de terminar en cualquier momento (“la oscuridad me acecha incrédula”). Hace uso de originalísimas imágenes sinestésicas , donde se combinan sensaciones perceptivas disímiles (“tragos de luz, para alegrarse la vida”, “tatoo mental, para grabarse la imaginación”)
Hay muchas otras canciones cuyo enfoque es de índole existencial. Quedándonos en el rock mexicano, hay una canción titulada “Afuera”, de la banda Caifanes que , de forma un poco pesimista, trata el tema de la existencia. “Nada” es de signo más alegre.
En el ámbito local, se puede mencionar a la banda tecno “Tabutec”, cuyas canciones tratan aspectos existenciales. Espero poder referirme de manera detenida a esta agrupación en alguna otra ocasión.
A los que tengan la posibilidad de escuchar “Nada”, la recomiendo encarecidamente, así como también otras canciones de esta agrupación. Se puede conseguir fácilmente en internet, con todo y video.
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